Nunca habríamos imaginado que el lanzamiento de un jarro de agua, causaría tanto revuelo. La diferencia de este caso, es que fue lanzado contra la ministra de educación, Mónica Jiménez. Evento que la obligó a suspender su participación en la “Jornada de Clausura de Diálogos Participativos por la Educación Pública”.
Esta noticia, fue portada de prácticamente todos los diarios del país, incluso apareció en el diario argentino Los Andes. La autora de este comentado acontecimiento se llama Música Sepúlveda, es alumna del liceo Darío Salas, tiene 14 años y ha participado activamente del movimiento estudiantil en contra de la LGE. Y ha sido detenida 4 veces en protestas callejeras.
Como se ve es una estudiante comprometida con la causa en la que cree, igual que muchos de los estudiantes y profesores que mantuvieron su lucha durante semanas en contra de la nueva Ley General de Educación. De la cual no se obtuvo buenos resultados, como sabemos la ley ni siquiera causó debate en la cámara de diputados y se aprobó rápidamente.
En varios blogs y protestas posteriores a la aprobación de la ley, se pudo apreciar la indignación que sintieron profesores y alumnos, al ver que las protestas no le hicieron ni cosquillas a los políticos, quienes siempre trataron de bajarle el perfil al movimiento.
Una vez aprobada la ley, los medios de comunicación mostraron a los diputados y políticos celebrando, entre ellos a la Ministra Mónica Jímenez, quien se paseó por el congreso sonriendo satisfecha, situación que colmó la paciencia de muchos.
Paciencia que se venía agotando de a poco con las duras y cortantes intervenciones de la ministra en contra del movimiento estudiantil.
Sin duda, esa fue una de las gotas que ayudó a colmar el vaso, el que finalmente lo derramaría Música el día Lunes 14, la alumna que le arrojó el agua del jarrón, no el jarrón como dice en algunos medios de comunicación, seamos claros.
En mi opinión, ese día explotaron todas las frustraciones acumuladas debido a la represión vivida por los estudiantes, durante semanas de lucha contra la LGE.
Cuando Música le habla a la Ministra Jiménez, quien no la escucha, explotan esas frustraciones en un simbólico y lleno de malestar arrojamiento de agua a la cara de la Secretaria de Estado.
Mas tarde, la alumna asegura que no se arrepiente y no pedirá disculpas, lo que encuentro muy válido y argumenta que a los estudiantes nadie les pide disculpas cuando son golpeados y mojados en la calle.
El hecho encierra – sin duda – una falta de respeto y un acto de violencia moderada, diría yo. Diferente habría sido que le tirara el jarro de vidrio en la cara. Sin embargo, la justifico y la avalo, porque Música representa la voz sofocada por la represión y la indiferencia.
Lamento que estos hechos, le quitan fuerza al movimiento, hace que la causa, tal vez, pierda seriedad, pero entiendo lo que llevó a esa estudiante a arrojar el agua sobre la ministra.
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