Etopeya

Monasterio Benedictino

Paaaaaaaaazzzzzzzz. qué paz los monasterios, a pesar de lo moderno que se veía, los monjes con sus sotanas y su silencio, te transportan a otro tiempo. Un tiempo donde nada puede pasar, porque está todo quieto. Al entrar debías dejar tu vida y tu ruido afuera. No querrías perderte el murmullo de las faldas del monje al pasar, yo quería escuchar sus rezos, tan concentrados mirando el suelo, pero no pude. se los tragaba el silencio.
es uno de los muchos lugares, donde sabes que no perteneces, pero es lindo estar ahí. un lugar que no quiero olvidar. para una persona sin hogar es muy recomendable ir a compartir silencios allí. es buen escape.
ah! y cuando los monjes cantan es la cagá de lindo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ajá!!!...
También he estado en monasterios
y/o seminarios,
y la paz es, a veces,
perturbadora =S
pasa lo mismo con las
iglesias que están
en toda esa cagá
que se llama CENTRO
y cuando entras es otro lugar...
todo tranki :)

SaLudilloS ;) =*